lunes, 2 de abril de 2012

Billie Jean is not my lover.

Yo no esperaba nada especial, era un viernes noche como otro cualquiera. La pista de baile estaba llena. Las señoritas lucían sus faldas y su mejor peinado. Los caballeros hacían sonar los zapatos al ritmo de blues.

Ella movía sus caderas mientras se dirigía hacia mi. Su falda llegaba por encima de la rodilla, debí suponer que traería problemas. Pero me despistó su belleza de reina de película de cine.

Ella pidió alcohol. Yo dije "no me importa"

Me llevó a la pista mientras me decía que yo era el que algún día bailaría en el centró. Todos la miraban, todos sabían quien era excepto yo. Y le pregunté.
Me dijo que su nombre era Billie Jean mientras montaba una escena.

La gente me avisó. Todos me dijeron que ella no era una amante. Billie Jean no era mi amante.
Pero el aroma de su perfume me despistó.
Mis amigos me lo dijeron. Ten cuidado con lo que haces, porque la mentira se vuelve verdad. Pero sus ojos y la forma en la que me hacía ser libre me hicieron perder el control.
Mi madre me advirtió. Cuidado con quien amas. Pero ella me sacó a bailar al centro de la pista.

Yo no esperaba nada especial, era un viernes noche como otro cualquiera. Y me enamoré.

Yo no esperaba nada especial, era un viernes por la noche como otro cualquiera. La pista de baile estaba llena. Las señoritas lucían sus faldas y su mejor peinado. Los caballeros hacían sonar los zapatos al ritmo de blues. Y Billie Jean llevaba una falda corta y muchos problemas.

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Hola mis queridos lectores y Patri.
Vengo con un nuevo proyecto entre las manos... un reto por parte de Patri. Que ganaré jajaja
Consiste en escribir historias con un plazo de 3 días por historia, basadas en una canción que la una le dice a la otra. La canción que Patri ha escogido (le ha dado a aleatorio ¬¬) ha sido Billie Jean de Michael Jackson la cual no es una de mis favoritas, y si os fijais en la letra sabréis porque...
Mucha inspiración no he podido sacar y tampoco es que me haya dejado la piel, pero me ha quedado riquiño que se dice... aunque eso lo valorarán las juezas, quienes despúes de 10 historias decidirán (sumando puntuaciones) quien es la ganadora del desafío...
Vale, que quereis, estamos de vacaciones y hay mucho tiempo libre. No me juzguéis y comentad mis amores! <3
Un beso y gracias por leer! ^^

viernes, 9 de diciembre de 2011

La distancia de Londres a Nueva York medida en amor.Parte IV


Louis, ya subido en el avión, con música triste en su IPod y sin parar de mirar por la ventanilla concentraba todo su esfuerzo en no abrir la carta.

A unos simples metros Jane, destrozada, recordaba la horrible carta que había escrito para cortar con Louis.
Esa carta no hablaba de nada real, no era verdad, todo eran frases oídas en series y películas o dictadas por sus propias amigas, quienes querían que Jane, parase de llorar al ver cualquier atisbo de algo relacionado con su chico.
Las palabras de la carta rondaban su cabeza, una y otra vez:

"Te quise, pero no tenemos futuro . Solo somos un amor de verano. No contactes conmigo, hemos acabado Louis, te quiero, pero como amigos"

El moreno de la fila 23 empezó a abrir una carta que olía a su amor.

Jane seguía llorando, tirada en el suelo mientras suplicaba.

El chico leía las palabras lentamente y respiraba.

Con el corazón el la mano, Jane volvió a suplicar.

Las lágrimas cubrieron los ojos de nuestro querido Louis.

El último "no" destrozó la vida de nuestra querida rubia al completo.

Louis leyó las últimas palabras.

Jane sintió como su vida se derrumbaba.

El chico puso la mano sobre su corazón (roto).

Ella lloró.

Él lloró.

Ella musitó un "lo siento"

Y él susurró un "para siempre"

La chica supo que la carta estaba abierta, que él la había leído. Estaba acabado. Todo. La relación, los recuerdos, el amor, su vida, ella.

El moreno de la fila 23 repasó con la yema de sus dedos la última frase de la carta más bonita que recibiría nunca "te quiero más de lo que nunca voy a querer a nadie"

Jane miró al frente y se levantó, se secó las lágrimas y comenzó a andar de vuelta al taxi, solo quería morir lentamente entre sus sábanas y una gran tarrina de helado.

Louis miró por la ventanilla y se frotó los ojos mientras el avión se elevaba con rumbo a Londres, él solo quería morir lentamente entre los brazos de Jane.

Amos suspiraron al mismo tiempo mientras musitaban las dos palabras que les mantendrían unidos para siempre a pesar de la distancia.

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P.D: por si no lo recodáis deberíais leer la carta de Jane en la primera entrada, esta es la que recibe Louis y no la que Jane ha inventado, aunque ella crea lo contrario.

Bueno pues aquí estamos, ha sido una mini historia completamente patrocinada por moi :3
Agradezco a mi querida musa, Jane la inspiración y a Louis... bueno, Louis, a ti te agradezco las sonrisas que me sacaste durante ese verano.

Chicas, muchas gracias por visitar el blog, seguirlo y todas esas cosas. Perooooooooo de verdad agradeceria un par más de comentarios, porque mi querídisima Lucy debe de estar cansada de comentar, así que ya podríais hacerle un relevo que yo, os respondo a los comentarios en vuestro propio blog, además, cuanto antes me llenéis de comentario, antes descubriréis si esta historia tiene otro final o... mi próxima y maravillosa entrada a quien quizás dedique a mi querídiiiiiisimo gran amor... :)

martes, 15 de noviembre de 2011

La distancia de Londres a Nueva York medida en amor.Parte III


Un taxista esperaba a la salida del aeropuerto y Jane entró sin mirar atrás, musitó con la voz todavía quebrada la dirección y mientras el conductor se ponía en camino Jane abrió el sobre y sacó una carta, más larga de lo que esperaba con una caligrafía impecable, sin un solo tachón y con una letra elegante y sobria.
Jane tomó aire como cuando lo hacía antes de lanzarse a una piscina, esperaba no acabar con las mejillas mojadas y el maquillaje todavía peor de lo que ya estaba. Pero sus intenciones no duraron mucho, dos palabras, dos simples palabras hicieron que a Jane se le cortase de repente la respiración y que sintiese los ojos húmedos de nuevo.

"Querida Jane,"

La chica rubia sentada en el taxi tuvo que levantar la vista y obligarse a respirar profundamente antes de seguir leyendo. Respiró una vez, dos, tres y cuatro. Y aunque sabía que no conseguiría leer la carta entera sin llorar intentó hacer un esfuerzo y siguió la lectura.

" Tus ojos azules, tu precioso pelo rubio, tu sonrisa cada mañana, tu perfume con olor a vainilla, tus blusas de colores chillones, y esos vaqueros que tanto adoras son solo una milésima de las cosas que me gustan de ti.
Me gusta la forma en la que tu voz suena, creo que es el mejor sonido que nunca he escuchado.
Me gusta la forma en la que no puedo mantenerme concentrado cuando te veo.
Todo lo que puedo pensar es que nacimos para estar juntos.
Me gusta la forma en la que siempre hay un mechón rubio sobre tus pómulos que yo puedo apartar
Me gusta cada peca de tu cara.
Me gusta que tú seas lo mejor de mi vida; me gusta que tú me hagas más feliz que nada ni nadie.
Me gusta la forma en la que eres todo lo que siempre he querido.
Me gusta que tú seas absolutamente todo
Cuando tu sonríes, yo sonrío y cuando tu no te quieras lo suficiente yo te seguiré queriendo por los dos, y por tres, y por un millón.
Cuando cualquiera te hunda yo estaré ahí para levantarte y cuando te sientas tan mal que solo quieras llorar yo estaré ahí. Estaré ahí toda la noche hasta que te vea sonreír.

Puedes decirle a todos que soy tuyo, completamente. Yo les diré como de perfecto es el mundo cuando tú, y solo tú estás a mi lado.

Jane estas 5 últimas semanas a tu lado han sido las mejores de mi vida y sé que nunca podré ser tan feliz con nadie como lo he sido contigo.
Quiero que sepas que te quiero, más que a nada, más que a nadie.
Nunca jamás me olvidaré de ti, ni de la forma en la que el corazón se acelera cuando te veo.
Eres única y perfecta. Y siempre serás el amor de mi vida."


Jane estaba llorando como nunca antes lo había hecho, ella esperaba una carta sencilla, diciendo que ese verano había estado bien y que la invitaría a su boda y que seguirían siendo amigos. Pero la última frase no paraba de resonar en su cabeza "Siempre serás el amor de mi vida"
Imaginaba su voz diciendo esas palabras y Jane se rompía en pedazos.
"Siempre serás el amor de mi vida"
-Y tú el de la mía Louis- musitó ella inconscientemente en un tono bajo, pero lo suficientemente alto para que el taxista lo oyese
-¿Decías algo chica?- preguntó amablemente
-De la vuelta!- mandó Jane; la desesperación se apreciaba sin problema en su voz- Al aeropuerto, lo antes posible por favor!
El taxista miró a la chica un poco extrañado pero no le costó entender lo que sucedía y dio la vuelta antes de que la señorita pudiese volver a gritar. La velocidad del taxi aumentaba y la ansiedad de la pasajera también.
Jane agarraba la carta pegada a su corazón con todas sus fuerzas y con la otra mano en la puerta para salir lo antes posible, intentaba no volver a llorar. Los segundos pasaban y la respiración de Jane, quien horas antes tenía un color blanco enfermizo ahora lucía un color rojo y un nerviosismo extremo, aumentaba con cada golpe del minutero.
La cuenta atrás comenzó con el golpe de la puerta del taxi al cerrarse, Jane iba descalza con los tacones en la mano izquierda y la carta en la derecha, el bolso olvidado en el taxi y la imagen de Louis reflejada en la mente.
Jane miró las pantallas y se dirigió rápidamente hacia la terminal 4, puerta 22
Pero su camino se detuvo antes, en el primer control cuando le pidieron la carta de embarque, el DNI y los billetes.
Jane rogó, necesitaba pasar, lloró de nuevo, se arrodilló e inundó el ambiente de desesperación. Sus lágrimas ya no caían, debían haberse agotado.
-Por favor, por favor, lo necesito. Por favor...
La voz de Jane seguía rasgada, desesperada, y dañada; como el corazón de la chica rubia quien suplicó por casi una hora que por favor la dejasen pasar, pero las normas del aeropuerto no permiten corazones rotos ni pasajeros sin billete, así que Jane y su corazón hecho pequeñas y numerosas piezas tuvieron que irse por donde habían llegado pero esta vez sin finales alternativos, sin posibilidades de dulces edulcorantes.

Jane y su corazón roto estarían solos. Para siempre.

jueves, 20 de octubre de 2011

La distancia de Londres a Nueva York medida en amor.Parte II


El abrazo entre los dos, de apenas 17 años, duró más de lo normal, pero menos de lo que ellos hubiesen deseado.
Jane fue la primera en separarse lentamente mientras recordaba que "Jane ya no estás enamorada, él es solo un capricho"
Así que la chica rubia, que solo por casualidad tenía el maquillaje ligeramente destrozado, digamos que por no usar uno resistente al agua, abrió su bolso y sacó la carta. Se acabaría todo en el moemento en el que Louis leyese lo que ella había escrito allí, todas aquellas mentiras que tanto tiempo le había llebado ingeniar, serían la causa por la que Jane pasaría años y años llorando, o eso creía ella.
Así que Jane suspiró tristemente y le entregó el sobre a aquel chico de ojos marrones que quizás no volviese a ver nunca. A aquel chico que había amado durante los 3 mejores meses de su vida, a aquel chico que había hecho a Jane, Jane. El chico que le había enseñado quien era ella, y aquel que había repetido más de tres mil veces ese "Te quiero Jane" tan precioso, que nuestra protagonista pordría vivir únicamente con ese sonido; ni olas del mar, ni pájaros píando suavemente, ni fuegos artificiales, ni siquiera el sonido de las hojas al caer igualarían nunca a ese "te quiero"
Louis cogió el sobre sonríendo forzadamente mientras se preguntaba si no podría retrasar su vuelo unos días más, o quizás pudiese encontrar una beca para estudiar allí, o quizás...
-Te voy a echar de menos Jane, no te imaginas cuanto
Jane no podía contestar, no debía, aunque ella quería decirle las cantidad de veces que le echaría de menos por segundo, tenía que guardar silencio. Por el bien de todos, como decía su amiga Janet.
-Yo también te he escrito una carta, ¿quieres leerla ahora mientras yo leo la tuya?- preguntó Louis con esa sonrisa, esa maldita sonrisa que tantas lágrimas había hecho derramar
-Quiero que la leas cuando llegues a casa Louis- dijo Jane con la voz rota como un jarrón que cae desde un sexto piso
-Está bien...- se hizo un silencio, pero no uno incómodo, uno triste, melancolico.
-Louis, quiero que sepas que has sido muy importante para mí, pase lo que pase
-Jane, lo sé, tranquila, yo...
-Pasajeros del vuelo E73012 por favor diríjanse a la terminal 4 para empezar a embarcar. Recordamos que...- la voz del interfono fue perdiendo importancia hasta quedar en segundo plano y Louis miró a Jane con ternura
-¿Ese es tu vuelo?-preguntó Jane con cierto pánico, Louis asintió- ¿tienes que irte ya? ¿no puedes quedarte?- la expresión de Jane desconsolaba completamente a Louis quien solo quería abrazarla y decirle que se vovlerían a ver, aunque fuese poco probable y aunque fuese lo que él más deseaba en el mundo
-Tengo que irme, lo siento- Louis abrazó a la chica con todas sus fuerzas aferrándose a su piel como si fuese un paracaídas en un avión a punto de estrellarse.
Se separaron poco a poco y Louis sonrió por última vez antes de darle un simple beso en los labio a la chica, coger sus maletas e irse intentando no mirar atrás para no volver a llorar.
Jane sintió aquel beso como el final, se había acabado, y ella no quería. Tuvo que resistir el impulso de correr tras el chico, y también el de romper a llorar, así que simplemente se dirigió al coche con la carta de Louis en la mano y su corazón en un avión hacia Londres.

sábado, 10 de septiembre de 2011

La distancia de Londres a Nueva York medida en amor.Parte I


Una camisa en tonos ocres, una trenca en color azul sobre la cama, las hojas de los árboles sobre las aceras cada vez más transitadas que la playa, los tonos oscuros del cielo que empieza a cubrirse de nubes, las sandalias guardadas en el armario, los días más cortos, "wake me up when september ends" sonando, unas cuantas fotos que empiezan a ser guardadas en carpetas para acabar olvidadas y perdidas. El otoño empieza, con más energía que nunca pero con las mismas dudas de cada año.
¿El verano ha acabado, deben los amores de verano acabarse con él?. Eso mismo lleva Jane preguntándose, en un rincón de su habitación, durante varios días.

El teléfono suena y Jane descuelga, suspira e intenta parecer feliz
-Hola, soy Jane. Sí, lo sé. Ya...no, estoy bien. Verás he comprendido que el vive lejos, nunca sería posible, él vuelve mañana a su ciudad y yo me quedo aquí;ambos encontraremos más gente con la que queramos salir y aunque él ha sido encantador conmigo se ha acabado y ya lo he superado. Sí, claro. Está bien, de acuerdo. Un beso, hasta luego
Jane cuelga el teléfono y deshace la sonrisa de su cara lentamente mientras vuelve a mirar el bloc de notas que tiene delante. Su impecable letra ocupaba toda una carilla del papel, Jane releyó lo que había escrito y suspiró por tercera vez en esos diez minutos, Jane dobló cuidadosamente la carta y la guardó en un sobre.
Lo intento, juro que lo intentó, pero no pudo evitar empezar a llorar. Jane volvió a sentarse y empezó a escribir de nuevo
"Querido Louis, te amo. No me importa que la distancia de Londres a Nueva York se mayor que las veces que me hayan dicho que no podemos estar juntos. Sé que ni siquiera debería escribirte esto porque solo complicará las cosas, pero hazme un favor: nunca me digas adiós, mantengamos esto tal y como está. Sé que ambos podemos acabar sufriendo, pero tú eres el único que me hace reír mientras canto, y sonreír mientras duermo. Mi corazón se acelera con un simple pensamiento sobre ti, y no puedo ocultarlo durante más tiempo. El sol deja de brillar cuando estás cerca y te conviertes en lo más impresionante que he visto nunca. Así que por favor, no me dejes nunca, no rompas mi corazón y ámame más de lo que yo lo hago. Te quiero porque soy mejor persona contigo, te quiero porque has conseguido que yo sea yo misma; te quiero por más de mil razones, pero lo importante es que te quiero más de lo que nunca voy a querer a nadie."

Jane rompió a llorar y su maquillaje,ya bastante estropeado se arruinó por completo, pero a ella le daba igual porque sabía que lo único importante que tenía se iba, que habría un océano entre ellos, un océano entre sus corazones. Pero lo más importante es que Jane sabía que no podía ser sincera y decir que todavía le quería, ni decir que él era el amor de su vida, ni siquiera podía decir que iba a llorar durante horas y horas cada día solo por recordar su sonrisa.

La ventana de Jane acababa de iluminar completamente la habitación y Jane se levantaba con paciencia para vestirse e ir a despedirse al aeropuerto como había prometido. Así que la chica recogió su cabellera de color rubio en una coleta y se puso una de sus faldas, cogió un bolso y se paró ante su escritorio. Jane estiró el brazo y cogió una carta, después salió de la habitación y se dirigió al aeropuerto.

Louis estaba esperando con sus maletas en el suelo. Jane lo intentó, juro que lo intentó, pero no pudo evitar lanzarse a sus brazos y empezar a llorar.

martes, 30 de agosto de 2011

Sweet15*

No te conozco desde hace mucho, ni siquiera más de un mes. Pero cada día sin hablar contigo es un día en el que sonrío una vez menos, en el que pienso que estarás haciendo y en el que te extraño.
Eres una persona maravillosa, vivaz, ingeniosa, divertida, risueña, espontánea, en la que se puede confíar, con un sentido del gusto impecable y que además, me llena de orgullo decir que soy amiga de ella.
Sé que puedo contar contigo para lo que necesite y quiero que sepas que me tienes aquí en cualquier momento, para cualquier cosa. Cuando necesites un hombro sobre el que llorar, alguien que te diga que hacer, cuando necesites a un amigo, a alguien que te quiera, estaré ahí; lo prometo.
Porque te lo debo, por todas las sonrisas que me has quitado, por todos los problemas con los que me has ayudado, por todo lo que haces por mí.
Quiero que sepas que eres como una hermana con la que compartir desde mi música, hasta mis diseñadores favoritos pasando por chicos y series de televisión; siempre consigues sacar lo mejor de mí y hacerme entrar en razón.
Digo la verdad cuando prometo que no había conocido a nadie como tú y que espero que estés siempre en mi vida a mi lado, y aunque alguna pelea, o el siemple tiempo nos separe siempre estarás guardada en mi corazón por haberme cambiado
Espero que seas tan feliz como te mereces durante tus 15 y que todos tus deseos se hagan realidad; espero también que no cambies nunca, porque eres perfecta tal y como eres y yo no te cambiaría por nadie ni por nada.
Nunca eché de menos una amiga como tú, pero ahora que te tengo no pienso dejarte ir.
Estoy orgullosa de haberte conocido.
Y por último y no menos importante:

¡FELICIDADES MARÍA!

Te quiero!*

Att: Lucía.

domingo, 10 de julio de 2011

Gracias♥


Te quiero
No hay nada que objetar.
Tú me has enseñado lo que significa que alguien sea tu vida, gracias por estar ahí en cada momento. Cuando sabías que te necesitaba y cuando no lo sabías pero estabas ahí igual.
Gracias por dejarme confíar en tí, creo que eres la única persona que me conoce un poquito. Creo que todavía no sé quien soy, pero por alguna razón tú si que lo sabes
Tú eres la persona a la que llamo cuando lloro, eres la única persona que despúes de cuatro horas con lágrimas en los ojos consigue hacerme sonreír
Eres la razón por la que sonrío cada mañana, por la que intento ser mejor persona.
Tú me entiendes incluso cuando yo no lo hago, tú me ayudas incluso cuando ni yo misma lo haría y tu me apoyas cuando ni yo misma lo hago
No sé a cuantas personas puedes querer como yo te quiero a tí, pero no creo que nadie nunca llegue a alcanzarte.
Te admiro, por todo lo que haces bien, porque todo se te da bien, pero sin embargo te admiro por saber soportarme, por hacerme reír, por quererme, y porque simplemente eres la persona más increíble que conozco
Incluso despúes de pelearnos sigues siendo la mejor persona del mundo para mí, nunca había había sido tan sincera con nadie, porque cuando lo intentas, te juzgan, pero tú no, tú me ayudas a ser yo misma. Me ayudas a confíar en la gente, me ayudas a ser feliz
Te quiero, no dudaría un segundo en dar mi vida por tí, eres lo mejor que tengo, y aunque la gente diga que el tiempo separa las amistades y quizás eso nos pase sé que cuando te necesite siempre estarás ahí, en la otra línea del teléfono para animarme y para ser la mejor amiga del mundo.