domingo, 28 de noviembre de 2010

Mi futuro


Menos de un año. Eso es lo que tengo para decidir mi futuro, hace menos de media hora lo tenía claro, creía saber qué era lo que quería hacer, creía que despúes de tanto tiempo sin saber que hacer ya había decidido, y estaba orgullosa de mí. Me esperaban unos cuantos años estudiando inglés para irme a los EEUU y trabajr allí como profesora de Español.

Ahora mismo, no estoy tan segura de que eso sea lo que quiero y tengo menos de un año para decidir; menos de un año para saber que es lo que voy a hacer el resto de mi vida, y no tengo ni idea.
Me gustan muchas, muchas cosas que la gente ni imagina, pero SIEMPRE hay alguien mejor que yo, puede que sea eso lo que me desanime, o puede que simplemente soy yo, soy una niña de catorce años a la que le obligan a elegir su futuro sin saber que hace en su presente.
Soy una niña que no puede decidir que optativa va a coger, no puedo decidir que voy a cenar, que me voy a poner, como me voy a cortar el pelo, que camiseta voy a comprar, que refresco quiero, que camino voy a coger...y me obligan a escoger mi futuro

Y no puedo, porque no me veo en diez años tan lejos, mandando a niños hacer el ejercicio dos de la página veinte. Porque no me veo escribiendo ecuaciones matemáticas, porque no me veo operando, ni presetando un informativo, ni actuando en un gran teatro, ni dirigiendo una gran empresa, ni llevandole a alguien el café, ni reparando ordenadores, ni escribiendo libros...

¿Y cómo me veo? Pues fácil, con vaqueros, unas converse y mi gran sonrisa, corriendo a todas partes, disfrutando de cada momento y en busca de la felicidad.
Sí, me veo en 10 años igual que ahora, quizás, porque mi vida es perfecta y no quiero que cambie, porque me gusta, tal y como está ahora mismo.


Written by: lu

domingo, 14 de noviembre de 2010

Llueve en Londres



Claire se asomó a la ventana
-Está lloviendo- dijo sin apartar la mirada de las frías gotas que caían sobre las calles muy transitadas en ese momento
-No sé que esperabas, vivimos en Londres
Claire ignoró el comentario de su amiga y siguió obserbando como los diversos colores de los paragüas se fusionaban, admirando como las gotas resbalaban por las ventanas y los carteles de publicidad y adorando un poco más su ciudad con cada gota de agua que tocaba su suave piel

Written by: Lu